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ARTE HELENÍSTICO. Esta época se situaría entre el año de la muerte de Alejandro el año 323 hasta el sometimiento del Mediterráneo Oriental a Roma, la nueva gran potencia. Se trata de un periodo caracterizado por la expansión de la cultura griega y su contacto con antiquísimas y nuevas civilizaciones, lo que dará lugar a lo que conocemos como helenismo. Desde el punto vista artístico cabe resaltar la gran variedad de producciones. Las cortes de los monarcas helenísticos ofrecen los medios necesarios para enriquecer artísticamente el “medio cotidiano”. ESCULTURA HELENÍSTICA. Solían representar el cuerpo humano retorcido en violentas contorsiones. Al mismo tiempo, la escultura evolucionó hacia formas abiertas realizadas en un estilo muy emotivo, que obligaban al espectador a mirar más allá del espacio de las figuras. Además, la escultura del periodo helenístico experimentó con nuevos recursos compositivos. Una de las disposiciones favoritas, llamada posición en aspa, representa la figura humana con el torso retorcido, esto es, la cabeza y los miembros dispuestos en direcciones contrarias. Los artistas romanos, atraídos por el estilo de la escultura griega, copiaron numerosas obras adaptándolas a sus propios criterios estéticos. Durante la época romana, la mayoría de los escultores griegos continuaron la tradición helenística en Grecia, Asia Menor, África e Italia. ARQUITECTURA HELENÍSTICA. Destaca por la preferencia en los elementos decorativos del uso del orden corintio, como se puede observar en el Olimpeón del 174 a.C. Durante esta época se conoce una gran desarrollo de la arquitectura cívica, de la arquitectura urbana, de procedencia oriental destaca el llamado altar de Zeus y Atenea de la ciudad de Pérgamo, conservado en Berlín Oriental. Tiene forma de gran sala rectangular, rodeada de pórticos interiores y exteriores. Un gran friso de más de 120 m. recorre el zócalo del pórtico exterior. ESCULTURA. Durante los primeros años de esta fase se mantiene la influencia de Praxíteles y Escopas, cuyo centro de influencia se sitúa en la ciudad de Atenas. La Venus de Milo se mantiene en esa línea, de igual modo que lo hacen la Venus arrodillada, la Venus capitolina o la Venus calipigia. Otra línea escultórica sigue los ideales de Lisipo, como es el caso de la Victoria de Samotracia. Este gusto por la representación de los vestidos femeninos se halla presente en las representaciones conocidas como Tanagras , por su principal centro de producción en Tanagra, Beocia. El virtuosismo realista del helenismo llevará a producciones que caen en el recargamiento expresivo: Homero ciego o la vieja ebria. Es en la representación de grupos donde este barroquistmo se halla presente con mayor fuerza tal es el caso de Laoconte y sus hijos, adaptación romana en mármol de un bronce helenístico. Durante el último periodo de la época helenística, Atenas se encuentra de nuevo en el centro de la cultura |
13 jul 2012
Arquitectura, arte y escultura
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