otro modo todos sabrian donde está.
Hector Barbosa, Piratas del Caribe En el fin de su mundo.
Buscar en lo desconocido nos produce miedo, pero si ese miedo nos vuelve mas humanos y ns regresa a la inocencia, entonces no hay que tener pena por sentirlo. En las historias o cuentos no hay verdades demostradas, pero esta la creencia de muchas personas que creyeron con la verdad.
Una pequeña canción:
Terminan la vacaciones, se acaba el verano y la escuela se acerca terrible;
y el problema que siempre parece cercano es ¿como pasarla increíble
¡Como esto!:
Subir a un cohete,
Luchar con la momia,
Subir la torre Eifel por fuera,
Descubrir un ser que jamás existió,
Duchar monos en la bañera,
Surfer practicar,
Crear nanorobots,
Los sesos de Franquesntein ver,
A un dodo encontrar,
A un pais pintar,
A tu hermana furiosa poner, (Candace)-¡Phineas! -
Podrás tener muchas horas de diversión, la escuela tardara.
No busques más pues Phineas y Ferb lo van a demostrar
No busques más pues Phineas y Ferb lo van a demostrar
(Candece)-¡Mamá ,Phineas y Ferb estan haciendo los titulos!-
Me dijeron que la vida era una carrera, y para mi lo importante no es el premio sino el juego; me dijeron que la vida era como un caudaloso rió que había que cruzar, y yo prefiero disfrutar la sensación que produce un buen clavado; me dijeron que la vida era como un pan que uno debe de comer, y para mi es un pastel que se debe adornar con palabras y betún de arte para dárselo a otros; me dijeron que la vida era tan dura como un laberinto del que se tenia que salir, y yo preferí vivir en mi laberinto feliz.
Y ahora:navidad
Phineas: navidad primer día trae santa a mi ilusión, un sky con cohete de reactor.
Candace: navidad segundo día trae santa a mi ilusión, dos atrpados
Phineas: y un sky con cohete de reactor
Isabella: navidad tercer día trae santa a mi ilusión, una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: y un sky con cohete de reactor
Jeremy: navida cuarto día trae santa a mi ilusión, una guitarra plateada
Isabella: una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: y un sky con cohete a reacción
Doofenshmirtz: navidad quinto día trae santa a mi ilusíon, el area limitrofe
Isabella: una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: y un sky con cohete a reacción
Baljeet: Navidad, sexto día
Trae Santa a mi ilusión
El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: El Area Limitrofe...
O almenos una parte de ella, no quiero se avarisioso
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: Y un ski con cohete a reacción
Buford: Navidad, septimo día
Trae Santa a mi ilusión
A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: El Àrea Limitrofe...
¿Sabes que? ¿y si solo te pido dos de los tres estados ¿asi es mejor verdad? ¿trato hecho?
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: Y un ski con cohete a reacción
Mayor Monogram: Navidad, octavo día
Trae Santa a mi ilusión
Un ascenso a coronel
Buford: A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: Ohh! Un estado unico...
Ahh, creo que antes me he pasado, uno de los estado es suficiente, continuen con la canción
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: Y un ski con cohete a reacción'
Phineas: Navidad, noveno día
Trae Santa a mi ilusión
Perry: Grrr
Mayor Monograma: Un ascenso a coronel
Buford:A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: Cinco anillos de oro!
Mira, tenia que cantarla así al menos una vez, es la tradición y yo soy tradicional
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos
Phineas: Y un ski con cohete a reacció
Carl: Navidad, decimo día
Carl: Navidad, decimo día
Trae Santa a mi ilusión
un trabajo bien pagado
Perry: Grrr
Mayor Monogram: Un ascenso a coronel
Buford: A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: Si, la verdad, lo de ascenso a coronel suena muy bien, ¿e... es muy tarde para cambiar el mio?
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: Atrapar a mis hermanos!
Phineas: Y un ski con cohete a reacción
Vanessa: Navidad, un decimo día
Trae Santa a mi ilusión
Mi propio auto
Carl: Un trabajo bien pagado
Perry: Grrr
Mayor Monogram: Un ascenso a coronel
Buford: A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: Oye, esto es demasiada presion, que te pongan entre la espada y la pared, por querer una cosa de este poderoso y generoso mito que solo viene una vez al año, es una locura!
Jeremy: Una guitarra de plata
Isabella: Una banda con insignias
Candace: ATRAPAR A MIS HERMANOS!
Phineas: Y un ski con cohete a reacción
Todos: Navidad, duodecimo día
Trae, Santa, mi ilusión
Ferb: Una linea de dialogo
Ferb: Una linea de dialogo
Vanessa: Mi propio auto
Carl: Un trabajo bien pagado
Perry: Grr''
Mayor Monogram: Un ascenso a coronel
Buford: A quien molestar
Baljeet: El beso de una chica
Dr. Doofenshmirtz: ¿Y que tal solo un poco de turrón, esa si que es una petición realista, verdad?
Jeremy: Una guitarra de plata
'Isabella: Una banda con insignias
'Candace: Bah, olvídalo
Todos: Y un ski con cohete a reacción!
Dr. Doofenshmirtz: ...inator!
Vean ahora mi frustración, tengo un medio a mi favor que no puedo usar, pues me encadena a tal pesar de ahogarme en mi propia vergüenza. Si, aún apareces en mis sueños y no te sales de ellos; te metes en mis conversaciones, te encuentro oculto entre las páginas de un libro; me quemas por dentro, y no me dejas tranquila. Hablar de ti es un consuelo, pero si hablo demasiado me siento vacía, triste por no poderte abrazar. Espero que cuando llegue aquel día, no te desilusiones de encontrar a una chica asustada, pero créeme que si dices la pregunta, solo obtendrás un si; pero de todas formas estaré bien si expresas lo contrario, igual se que no existen los príncipes que te rescatan, ni los dragones y las aventuras, ni la felicidad. ¿Ó tú me la darás?
Puedes andar por donde desees hacerlo.
Eso le dijo la bruja a Hannah, y ella no
supo si tomarse eso para bien o para mal, nunca es bueno fiarse de alguien que
te amenazo de muerte. El castillo no se
veía tan aterrador como la primera vez que entro, ahora parecía haber más luz,
y se respiraba una calma en cada salón al que entraba; ella jamás había estado
en un lugar así, se sentía como en un museo que era bastante acogedor, eso le
daba miedo y la impulsaba a caminar en silencio, sin que su presencia se
notara; ella sentía que en algún lugar podrían apuñalarla por la espalda,
evitaba los lugares obscuros y trataba de caminar siempre en medio de los
pasillos, así evitaba que alguien la sorprendiera en cada esquina. El castillo
estaba impecable, no había ni una pisca de polvo en los muebles; los cuadros
tenían bellos paisajes de tierras desconocidas, las alfombras eran lo bastante
esponjosas para sentir que caminas por la nieve, la pintura era de tonos cafés,
carmesíes y naranjas; mientras ella mas caminaba, más insegura se sentía, “¿Qué
debo hacer?” se preguntaba al momento en que recorría los solitarios pasillos y
observaba las bien acomodadas habitaciones, “Debo bajar” se dijo e
inmediatamente busco unas escaleras, cuando las encontró, comenzó a bajar a
toda prisa, de pronto se detuvo en seco, había encontrado una puerta cerrada
frente a ella, trato de abrirla, la puerta no cedió, se espanto, estaba
atrapada; sin pensarlo busco otras escaleras, pero todas terminaban en una
puerta cerrada; entonces encontró una escalera que iba hacia arriba, la invadió
la incertidumbre, no sabía qué hacer, “Bien, si no puedo bajar, tal vez sea
mejor subir” y eso fue lo que hizo, subió lentamente, como si no quisiera llegar, pidiéndole
permiso a un pie para subir el otro, por fin llega, se topa con otra puerta,
pero esta vez la puerta se abre, y entonces… Decepción, esa era su torre, la
habitación que aquella misma noche se había dedicado a arreglar, se sentó en su
cama y quiso llorar
Y despiertas una vez más, asustada, entumida,
sin saber qué hacer, te incorporas despacio, tratas de despertar del todo aun a
sabiendas de que te levantaste en la noche y no pudiste dormir por lo cual
estas casado; pero tienes que estar de pie, estar listo para lo que sea que
vaya a venir. Te estiras un poco y tratas de explorar todo el lugar con tu
mirada, captar los detalles de las paredes, ver algún orificio en el techo,
algo que te distraiga y que te aleje de la realidad, porque la realidad es que
sigo encerrada, que estoy muy lejos de mi hogar, que mis amigos seguro están
preocupados por mi y que no tengo idea de lo que esa maldita bruja quiere
conmigo. De pronto me doy cuenta de que hay unos horribles ojos en la esquina
más obscura de aquel cuarto, y de que ha captado cada uno de mis movimientos;
me quedo pasmada, sin saber que hacer o que decir, los ojos parpadean y mi
corazón brinca de miedo; empiezo a
caminar hacia a tras hasta que choco contra la pared y como si quisiera
traspasarla, me pego a ella busco cualquier cosa con las manos que pudiera
indicarme que ahí hay una salida; pero no es así, estoy atrapada y aquello que
me mira sigue ahí; me desespero, la
angustia inunda mis pensamientos y mi respiración se traba.
Entonces se oyen unos pasos y mi terror
aumenta, buscó hacia todas direcciones alguna ayuda, una salida, cualquier
cosa, pero no hay nada, solo está el suelo, los muros, aquellos horribles ojos
y mi miedo; mi mente piensa a toda prisa mientras los pasos se oyen cada vez
más cerca, y ahí, en medio de mi angustia descubro un objeto que salió de mi
mochila, un objeto que irradia paz, me acerco insegura, como si todo fuera una
alucinación que crea mi mente por la falta de sueño y comida, estiro mis brazos
indecisa, no me atrevo a tocarlo por miedo a que se desvanezca, pero el miedo
aumenta y tengo que arriesgarme a alcanzarlo, y justo entonces es cuando una
confianza renace, cuando la voz vuelve a mi garganta y un escalofrió recorre mi
piel, miró lo que tengo en mis manos y los recuerdos llegan a mi mente, una
sonrisa tímida se asoma por mis labios y mi miedo se disipa; ahora veo esos
ojos con rencor y enojo, ya no me asustan y entre más me miran, más quiero
lanzarme contra ellos y despedazarlos; ya no tengo miedo, ahora estoy
tranquila, lo que se encuentra en mis manos me ha devuelto mi seguridad y no lo
soltare jamás.
La puerta se abre, y ahí entre la luz que
entra por el pasillo aparece su figura, con dos enormes alas negras, un vestido
negro y una corona negra.
-Te ves muy tierna en esa posición, parece
bebé, pero creo que ya eres bastante grandecita para jugar con muñecas-me dice,
y dentro de mi crece el odio, pero no puedo decirle nada, estoy casi acostada e
indefensa sosteniendo únicamente una muñeca de tela vestida como payaso, con
cabello rosa y una sonrisa tierna, todo lo que me basta para estar tranquila.
-Supongo que tienes hambre, acompáñame, vas
a comer como tu pueblo come aquí-
Me puse de pie y tome mi mochila, los ojos
aun seguían observándome, pero si no fuera porque me habían quitado cualquier
objeto para defenderme, ya me habría encargado de ellos; avance con cautela y
pase por la puerta hacia el pasillo mientras veía como otros prisioneros
salían, cada uno con peor aspecto que el otro, apenas si caminaban, algunos se
les veía esqueléticos y otros temblaban de frio.
-¿Cómo puede ser tan cruel?-le pregunte al
ver a un duende salir descalzo y con jirones de ropa, ahí olvide mi propio frio
y me quiete la capa que traía para ponérsela, pero un guardia me detuvo a
tiempo para ver como el duende se debatía ferozmente al tratar de llevarlo
hacia unas escaleras, de pronto el duende se transformo en una bestia roja y
con ojos amarillos que tenía por lo menos dos metros de altura, unos cuernos
enormes y unas escamas horribles por todo el cuerpo. Yo no sabía qué hacer,
pero si sabía que eso no era un duende, y lo único que se me ocurrió fue
regresar al lado de la bruja y esperar a que todos los otros prisioneros
terminaran de salir.
-Eso es un experimento fallido, hablaremos
de eso después- me dijo la bruja con seriedad y luego se encamino a las
escaleras, yo la seguí indecisa y me pregunte si todos los que estaban así
estaban en la misma condición.
Subimos por las escaleras pero al llegar al
siguiente piso ya no estaban los prisioneros que había visto, ahora había mesas
y sillas toscamente talladas donde plato con una comida de misteriosa
procedencia humeaba sin cesar; un guardia me tomo de los hombros y me sentó en
la mesa que estaba justo enfrente de una puerta, mire el contenido de mi plato
con recelo y para mi sorpresa , ese platillo lo conocía, era la sopa de zetas
que preparaban las cocineras del castillo y que a mí me encantaba; tuve que
reprimir mucho mis impulsos por empinarme el plato y espere a ver que me
decían; entonces se oyeron más pasos y poco a poco entraron otros prisioneros
que se veían igual que los anteriores, solo que estos tenía una mirada de odio,
de fuerza, algo que los hacía verse vivos, con fuego en el interior, y cada uno
se sentó y mantuvo la cabeza en alto, como si su orgullo les impidiera
disfrutar del aroma del plato que tenían enfrente.
A mi lado sentaron a dos enanos demasiado
ancianos para cree que aún tenía fuerza en sus robustos brazos y podían
soportar su peso en su espalda cuando las arrugas aparecían por todos lados; mi
presencia no les llamó en absoluto y solo se limitaron a mirar despectivamente
hacia la bruja que parecía más enojada que nunca. Sonó una campana y la puerta
se abrió, de ella entraron varios drews
con espadas en las manos y todos los presentes bajaron la cabeza;
entonces fue cuando vi el dibujo que había en la pared de enfrente donde había
una mesa igual a la que tenía frete a mí y varios cuerpos sentados en ella sin
cabeza.
-¡Alto!- me levante y grite-¿Qué piensan
hacer?- pregunte a la bruja y todos me miraron sorprendidos
-Este es el desayuno, aquí los traemos cada
mañana, vienen con energía y orgullo después de los increíbles discursos de
nuestro adivino loco, así que nos dedicamos a cortar unas cabezas para bajarles toda esa
valentía que tomaron y recordarles que aquí no son nada-
-¡Está usted loca!-le grite, ahora si mi
coraje salía, había visto una mirada de aprobación en la mesa cerca de la mía y
no iba a dejar desaprovechar todo el valor que había juntado
-Perdón ¿Cómo te has atrevido a
decirme?-preguntó la bruja indignada
-¡Loca! ¡Eso le dije! Y se lo tiene usted
bien merecido, como es posible tratar a la gente de ese modo, que acaso no se
da cuenta de que todos estos tienen más cerebro y valor que usted, de verdad
que jamás imagine que alguien pudiera tener tan pocas neuronas como para tratar
a otros como escoria y todavía venir y matar a inocentes solo para satisfacer
su propio ego, cuando eso demuestra que usted no tiene uno propio-
-¿Un qué?-pregunto la bruja ardiendo de ira
-Un espíritu vivo, una creencia, una
convicción, pues solo eso es lo que nos mantiene vivos, ¡Mire sus ojos! ¿Los
ve? Ese fuego que brilla dentro es lo que usted no tiene y por eso los trata
así, no puedo imaginarme qué clase de cosas haría una persona como usted sin
propósito y sin vida; pero sabe que, quiero ver todo, quiero saber que hace
porque quiero demostrarle que cada acto de crueldad es una muestra de
ignorancia y pena, pena por usted y sus asquerosas criaturas-
La bruja no aguanto más, y vi como su
mirada se tornaba insegura, algo cambio en la bruja que la extraño, y aunque
esta se marcho por la puerta de la sala con paso decidido y azoto la puerta al salir,
pero podría jurar que algo la había asustado y que eso querría decir que había
ganado. En unos segundos mi teoría fue confirmada y vi con alegría como todos
los prisioneros me sonreían mientras que los drews no sabían que hacer; pero
entonces repare en uno de los Drews y me fije que traía sus tijeras kobolt,
“perfecto” pensé y estire la mano al
tiempo que susurraba “es mío y vengan”, de inmediato la tijeras obedecieron y
el pobre drew asustado no tuvo más opción que quitarse el cinturón donde las traía
mientras mis tijeras llegaban a mi mano; ahora si podía desquitar ciertas
cuentas pendientes.
Tome posición y lance las tijeras, la
primera víctima cayo con una herida en la pierna, no quería lastimar mucho,
pero si lo suficiente para desarmar a cada uno, otro drew se adelanto hacia mí
y evite un espadazo al saltar hacia arriba de la mesa mientras los espectadores
aplaudían, volví a llamar mis tijeras y el drew que me perseguía recibió un
golpe en el hombro, alguien me grito “¡Detrás de ti!” y voltee a tiempo para
evitar un golpe, mis tijeras volvieron y mi agresor cayó por un golpe en el
brazo, mi alegría y valor subía mientras me encargaba de otros dos atacantes,
pero en un momento todos se quedaron
cayados y entonces supe que alguien había entrado.
-¿Te divertiste?-dijo la bruja detrás de mí,
y entonces todo el valor que tenía desapareció, aquella voz no era la misma que
me había contestado cuando le grite, ahora inspiraba temor, sabía que era ella
porque nadie se movía, pero su voz no era la misma.
-Como me dijiste que querías saber cómo era
todo, fui a preparar unas cosas, solo que no creí que encontraras la forma de
hacer una fiesta en tan poco tiempo- eso
me molesto pero no supe que decirle, estaba paralizada como cuando nos
descubrieron en la cafetería comiendo pizza, es vergonzoso y a la vez te
sientes orgulloso e invencible, pero aun así sabes que tendrás un castigo y que
por mucho que una sonrisa de triunfo brille en tu cara no te salvaras de la
sentencia.
Sin LÁGRIMAS
La bruja hizo traer a Hannah y sus
seguidores al patio norte donde iba a ver una ejecución, la culpable era una
duende que en ese momento ya estaba sentada en el poste, preparada para arder
en seguida.
-Ya llegaron- dijo la bruja- Me da gusto
que no tardaran-
-No queremos molestarla- dijo Hannah
-Estas a punto de presencia una ejecución
¿Estas lista para esto o prefieres esperar adentro?-
-Estoy bien- contestó Hannah de una manera
cortante
-De cuerdo, aquí está la culpable- y la
bruja señalo a la duende- pobrecita, se ve tan mal, ha estado dos días sin ver
la luz del sol, y parece que la comida a afectado su salud ¿No te da tristeza?-
-¿Qué hizo?-pregunto Hannah muy
tranquilamente pues ya había preparado bien sus palabras
-Nos dijo donde estaba tu castillo-mintió
la bruja-¿no crees que merece la pena que le hemos impuesto? Con la información
que nos dio podremos atacar a tu pueblo en cualquier momento-dijo dirigiéndose
al duende
-No, nadie merece esto-dijo Hannah un poco
exaltada
-Pero te fue desleal, aunque tal vez tengas
razón, me da tristeza verla en ese estado-decía la bruja mientras reía, pues
quería probar a la niña, quería ver si estaba dispuesta a ver morir a una
inocente.
-Señora-dijo el duende a Hannah-Ella era
muy hermosa pero ahora ya no es más que un ser in vite- y Hannah entendió
perfectamente a lo que el duende se refería
-Tú tienes el poder de ordenarles a tus
seguidores y a mis sirvientes que la bajen de ahí, tú eres la “reina”, diles
que la ayuden-se burlaba la bruja- Tú puedes salvarla, te dejare perdonarla,
solo ordénalo y se cumplirá lo que digas- decía la bruja mientras observaba
ansiosa la respuesta de la humana, pues quería burlarse de ella y verla
suplicar por la vida de aquella miserable duende.
La respuesta no se hizo esperar; Hannah,
con una destreza y rapidez magnifica, lanzó una de sus tijeras Kobolt, pero
estas no fueron dirigidas hacia algún guardia, al lanzarlas le dio justo en el
corazón a la duendecita, que cayó del poste sin vida; todos se quedaron
boquiabiertos, incluso la bruja, nadie esperaba que la niña matara a una de sus
más fieles seguidoras, pues la duende era la primera que alegaba que Hannah los
rescataría a todos, y ahora ella misma le dio muerte; todos tardaron un rato en
reaccionar de aquel suceso, unos empezaron a murmurar, otros rieron, algunos se
espantaron de la puntería de aquella niña, pero en general la reacción fue de
sorpresa.
-¿Qué se siente haber matado a un
inocente?-pregunto la bruja con malicia acercándose al oído de Hannah.
-Dijiste que era culpable, se lo
merecía-contesto Hannah implacable, mientras el duende lloraba en su vestido
pues el si estaba triste. -Además, es como si arrancaras una flor, ya sabes que
va a secarse en algún momento, para que hacerla esperar- término de decir
Hannah, después estiro la mano y las tijeras regresaron mágicamente a ella, no
dijo nada más, su semblante estaba tenso y su respiración era tranquila.
-¿No lloraras?-pregunto la bruja ansiosa por
verla llorar, quería humillarla.
-The mermedian don’t cry-contestó ella en
ingles para confundir a todos, con la misma frase que había mencionado el
duende cuentacuentos en la prisión la noche anterior; sin embargo, la bruja lo
entendió y rio a carcajadas al oír esto, luego les hizo volver a su castillo
mientras sus sirvientes se deshacían del cuerpo que había quedado tendido sobre
el pasto, quieta y delicada, casi sonriendo, como si aquella criatura solo
estuviera dormida, aunque la sangre que salió de su herida en el pecho nos
decía lo contrario.
Pero ese fue solo el inicio; más tarde la
hicieron llevar a una de las mazmorras y la ataron de pies y manos al tronco
que usaban para torturar a las víctimas; el mecanismo era sencillo, estaba
colgado del techo y a cualquier movimiento se tambaleaba, la tortura ahí
consistía en dejar que las victimas se marearan solas al intentar zafarse o
que sufrieran deshidratación; a veces
los guardias se entretenían en girar el tronco lo más rápido posible para ver cómo
reaccionaba l que estaba atado, o jugaban a lanzarle diferentes objetos como si
fuera una práctica de tiro.
Telamsim se encontraba muy asustada pero no
quería demostrarlo, aún cuando el duende cuenta cuentos le explico que era lo
que les hacían en ese lugar, en todo caso eso no hizo que su rostro cambiara,
ella estaba decidida a soportar lo más posible antes de permitirse llorar y
mostrarse débil ante el Ángel.
-¡Está lista majestad!- dijo el verdugo a
modo de burla
-¿Lista para qué? Ni siquiera me han preguntado
algo para que necesite tortura-contestó Telamsim enojada
-Cierto, pero no está aquí por eso, está
aquí porque la reina lo ordeno-
-¿Entonces cuál es el propósito de esto?-
-Ninguno, sólo es divertido- dijo el
verdugo y tomó un balde del suelo y se lo dio a uno de los Drews que esperaban
con ansiedad –En la cabeza nada, y mucho cuidado con lastimarla demasiado-
Los Drews sonrieron y el corazón de
Telamsim comenzó a latir rápidamente, entonces vio como un drew metía la mano
en la cubeta y sacaba un puñado de piedras, sonreía y de un solo movimiento se
las lanzaba hacia el estomago; el impacto fue duro y ella tuvo que cerrar los
ojos para aguantar el dolor, pero eso había sido suave, ya que el siguiente
puñado lo lanzo el segundo drew de la fila y está vez Telamsim sintió que
veinte agujas le perforaban la pierna izquierda; apretó los labios y se esforzó
en respirar hondo, pero el siguiente puño le dio en el pecho y le saco el aire,
luego llego otro a su pierna derecha y le pegaron al mismo tiempo en sus brazos,
aun así ella hizo acopio de valor y se mantuvo serena, sin soltar ni una
lagrima, los golpes continuaron y las
risas aumentaban; de pronto una piedra le pego en el cuello y le provoco
vomito, sus ojos se pusieron llorosos y le costó trabajo controlar las arcadas,
las risas de sus verdugos no cesaban y ella temió que quisieran repetirlo, pero
no fue así, de hecho la tortura había terminado, las risas se alejaron poco a
poco y ella se quedo solo con sus seguidores que la veían con los ojos llenos de lagrimas, pero ninguno
de ellos había emitido ni un solo ruido durante la tortura, así les había hecho
prometer Telamsim, ya que sentados de espaldas a los guardias ocultarían sus
lagrimas. Por fin Telamsim abrió los ojos y trato de esbozar una sonrisa, el
verdugo arrojo las llaves de las cadenas al piso y cerró la puerta detrás de
sí; Telamsim fue bajada con cuidado ya que le dolían los músculos de tanto
estar colgada y las piedras le habían hechos moretones en todo el cuerpo.
Cerca del tronco había un balde con agua
fría, y el duende cuenta cuentos corto un trozo de su camisa para meterlo
dentro de la cubeta, después le limpio el rostro a Telamsim y lo enjuago, luego
los otros lo imitaron y también rompieron lo poco que tenían de tela para
mojarlo y ponerlos como vendas en los brazos y piernas de Telamsim, mientras
esté recuperaba movilidad de sus miembros; de pronto la puerta se abrió y
reapareció el verdugo.
-Los esperan para comer- dijo y Telamsim se
aferro a su orgullo y se puso de pie sin siquiera quejarse, se irguió, levantó
la cabeza y contestó con seriedad.
-Dígale al Ángel que enseguida vamos-
El verdugo la miro con odio pero no pudo
hacer nada más que esperar en la puerta; por si fuera poco Telamsim cargo a la
niña enana que los acompañaba y paso por la puerta con aire orgulloso, por fin
sus seguidores comprendieron cuál era su plan y también levantaron su cabeza al
pasar a un lado del verdugo, aunque hubo tres que tuvieron que cerrar los ojos
porque tenían miedo ya que el verdugo era un ogro.