Lo más
difícil es dejar fluir una emoción con el suficiente impulso para que esta
produzca su propio destello, color, forma, tamaño, temperatura y fuerza. No se
puede usar esa magia si no se tiene control de estas emociones.
¿Cómo
sería el odio? ¿Que aparecería con tu
miedo? ¿Qué tan grande puede llegar a
ser una alegría? ¿Qué tan fuerte
golpearía tu tristeza? ¿Qué tan frio o
caliente seria un miedo? ¿Cuánta luz
produciría el amor? ¿Sera acaso…?
Un azul
cambiando a un morado grisáceo con un intermitente negro; una niebla fría y
húmeda a veces soplada con una ventisca
helada; podrá llegar a llenar un cuarta y calentar a todo el que este ahí;
llegara acoso a calar los huesos de quien reciba su golpe; podría ser comparado
a un frio piso de piedra en un sótano donde duele tocar las paredes; se
comparara a una aurora boreal o un amanecer en medio de la noche.
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