Muy pocos son los que han logrado asomar la cabeza al lumbral de la muerte y no han caído, pero aquellos jamas vuelven a ser los mismos y se siente tan atraídos por aquel ultimo juego que lo buscan sin descanso para ellos o para otros; los que logran encontrar un fin para ellos , consiguen descansar en paz, pues siempre algo de ellos se quedo en el más allá. Los que no la pueden hallar, se la buscan a otros, solo para sentir, aunque sea por un instante;la presencia de lo prohibido.
Ella tuvo una rara enfermedad, cuyo nombre solo lo recuerdan los doctores. Tena algo que ver con arritmia y falta de tempo en su pulso, pero fuera lo que fuera, le provoco un para cardíaco y por dos minutos la sombra de la muerte ensombreció su rostro; pero una descarga eléctrica la sacó de las sombras y la dejo en la sala intensiva por dos semanas.